El Muro, Jean Paul Sartre

“… Su vida no tenía más valor que la mía; ninguna vida tenía valor. Se iba a colocar un hombre contra un muro y tirar sobre él hasta que reventara: que fuera yo o Gris u otro era igual. Sabía bien que era más útil que yo a la causa de España, pero yo me cagaba en España y en la anarquía; nada tenía ya importancia. Y sin embargo yo estaba allí, podía salvar mi pellejo entregando a Gris y me negaba a hacerlo. Encontraba eso cómico: era obstinación”.